Junto a una iluminada vitrina
de una cigarrería estaban, entre otros muchos.
Casualmente sus miradas se encontraron,
y el ilícito deseo de sus cuerpos
expresaron tímidamente, con vacilación.
Después, unos pocos pasos inquietos en la acera -
hasta que sonrieron, y se hicieron una leve seña.
Y enseguida ya el coche cerrado...
el acercamiento sensual de los cuerpos;
las manos unidas, los labios unidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario